Por el premio al peor día

Qué día! Entre fugas estúpidas de agua, novio que llega tarde a centro papelero, tres guardias acosándome pensando que me quiero robar algo, precios altos inesperados en el material que necesito, tomaduras de pelo por empleados de mi tienda de artículos de oficina, anciana atravesando por el punto más inoportuno de transitado eje vial (no por la esquina, ni por dónde está el semáforo, ni por las líneas amarillas de paso peatonal), ningún considerado que ayude a esa noble anciana a atravesar el eje; misma anciana a punto de ser atropellada, golpe de otro auto conducido por pendejo no apto para frenar (y que se super pega a los otros autos) para evitar atropellar a la buena anciana, avisos de hacienda para pagar impuestos, cumpleaños de mejor amiga a la que ni siquiera puedo ir a ver, junta hasta más tarde de las 10 de la noche con gente que divaga de puras cosas que no tienen nada que ver , tener que escabullirme sola, con ganas de entrar al baño, novio esperando molesto por tonterías de otros, y justo cuando me llega inspiración para escribir y desahogarme... ¿Por dónde quieren comenzar? Mañana sera otro día, porfavor.