Uno es para uno mismo, por principio de cuentas. Quién mejor que uno para saber de uno, verdad? Aunque viendote de fuera la gente crea que te conoce mejor y que por eso tiene la información necesaria para juzgarte. Finalmente me despido de darle importancia a esas cosas y mejor tarde que nunca. Ahora que se acerca el fin de año y después de años de no decir nada aquí, va a ser una interesante lista de propósitos para el ciclo que viene (ya que estamos hablando de cosas determinantes).
Confieso que me desvié bastante del sentido inicial que quería dar a esta entrada, la primera en meses, pero ocurrió algo en el preciso momento en que estaba agarrando inspiración que movió las cosas, y como bien se dice, todo pasa por algo; y como digo yo evocando la frase en una de mis canciones favoritas de soda stéreo: "...y ya lo sabes nada es casualidad.".
Es verdad que se siente increible serse fiel.