Hay veces que una no amanece con inspiración. Estoy en mi etapa achacosa, enferma del estómago por comer antojos en la calle. Pero es que no lo puedo evitar, aunque sea unas papitas o unos esquites limonudos cada ocho o quince días; ya no digamos unas hamburguesas al carbón, unas garnachas o unos taquitos al pastor. Ay! solo de acordarme me da otro retortijón. Han de ser los bichos que me están comiendo la panza y las ideas. Mejor me retiro a seguir trabajando y a ver por quitarme estos parásitos de encima.
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