viernes, marzo 23, 2007

Animandome yo sola

He andado muy desmotivada estas últimas dos semanas y al tratar de achacarle mi deplorable estado a: la situación del país, el mal humor de la gente alrededor mío, los pasaditos de lanza, los mal educados, los poco hombres, la monotonía, el desorden, el caos, la contaminación, la lluvia ácida, la rutina, el polvo, el llanto constante del chiqueado niño vecino, los gritos de los padres de dicho niño, el polen, los conductores psicóticos y pésimos, las horas diarias que se pierden en los estacionamientos largos como periférico (en los dos de sus pisos), tlalpan, cuauhtémoc, universidad, diversos ejes... los atascones del metro, lo que respiro diario en el ambiente, la caca de los perros cuyos asquerosos dueños no levantan, la tierra donde debería haber banquetas, el asfalto, donde debería haber un jardín... Si sigo no acabaré y jamás voy a llegar a mi punto. Hoy comenzé a recuperar la motivación para todo, porque por más que traté de explicar, entender o mejorar mi ánimo, me sentía igual de apachurrada o peor.
El primer avance lo logré hoy en la mañana, después de que me encontré en el lugar de siempre a mi perro vecino favorito, Bolita, tan feliz y sabia como de costumbre, tomando el sol con una gran sonrisa, y me remátó un dulce bebé con la sonrisa más bonita que he sentido en muuuchos días, gracias pequeño Rafael! No supe explicar con la razón lo que ocurrió, pero entré a la oficina con la respuesta a muchas cosas que me venía preguntando en el camino.

lunes, marzo 12, 2007

A trabajar, que así se sale de pobre

El día en la oficina comenzó de variedad cuando escuché de invitado en el programa de radio que acostumbro (Hoy por hoy con Carmen Aristegui) al Sr. Andrés Manuel López. Si alguien siente un verdadero afecto por esta persona, acérquense a él; platíquenle, ayúdenle. Él necesita salir adelante, superar todo lo ocurrido, necesita afecto verdadero, no una bola de aprovechados, no seguirse envenenando con rencores inútiles. Porque todos somos responsables de ésto que tenemos como país al no exigir un cambio real a partir de un cambio propio, al huevonear en vez de fajarse de verdad y hacer ese cambio, al llorar porque nada nos dan pero sin querer hacer nada por ello. El señor sigue insultando a quien en algún momento fue su contrincante electoral, y de eso ya hace casi un año! Insiste en que fue víctima de un fraude, y que tiene pruebas, en que a él nadie le hace caso, en que medio país tiene perversos planes en su contra, en qué no tienen la culpa los pobrecitos pobres. Si le importaran tanto de verdad otra cosa haría, no utilizarlos. Fuera o no cierto lo del fraude, las cosas YA pasaron, nada se gana con lamentarse y victimizarse de por vida, se pierde mucho tiempo que podría emplearse en hacer algo REAL y positivo por México, ¿Qué no es eso lo que a fin de cuentas importa? En la casi media hora que le escuché, repitió lo mismo de siempre, lo del fraude, lo de la pobre víctima de su persona, lo mal que está este país; irradiaba los resentimientos que carga. ¿Pues cómo no va a andar fracturado el país si gente como él se dedica a echarle tierra y a seguir decretando que somos un pobre pueblo oprimido y engañado? Insisto, hay qué hacer además de poner en mal todo con discursos preparados. Muchas cosas van mal, pero podría hacer una lista enorme de las cosas que pueden mejorar en manos de cada uno de nosotros. Lamentablemente el Sr. se perdió en el juego del poder y de eso muchos se aprovechan e incluso se pierden con él al confundir ideales verdaderos con populismo.
Nota: En algo real y positivo no entra el show de la presidencia legítima por supuesto.