jueves, febrero 02, 2006

Día Uno

Yo no escribo diario, pero cada vez que me pasa algo, cada vez que me quedo con cosas que decir y no hay nadie para escucharlas las escribo, un poco con la esperanza de que alguien las lea luego, algun día, o simplemente para que queden ahí porque para mi son importantes y así me aseguro que no se me olvidan. La mesa de pensar era el lugar a donde mandaban a mi hermano en el kinder cuando se portaba mal. Yo escribo cuando me porto mal.
O cuando se portan mal conmigo, o muy bien. Si algun día alguien lee este blog quizá sea una gran casualidad o un accidente. A lo mejor solo lo lee el interesado. O se quedará como todos mis escritos, esperando que yo lea y relea y me ría o llore o los rompa.

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