martes, mayo 13, 2008

Harta del desencanto

Es que me siento inmersa en una etapa de desencanto que ya me tiene harrrrta! Es un desencanto compartido o contagiado, epidemia de vivir esta vida de manera acelerada, descuidada, poco valorada, desvalorizada y violenta. Digo, en mi caso es desencanto que al menos da lugar a la esperanza de deshacerme de él. Para mucha gente esto ya no es un mal benigno. La gente cada vez tiene más desespero y apegos absurdísimos, teniendo en cuenta que la vida se trata de otra cosa y que se va volando la oportunidad de vivirla. Entonces viven con resentimientos muy feos por los cuales estarían dispuestos a lastimar seriemente a los demás o a ellos mismos. Estoy muy molesta por haber permitido que todo este desencanto se me trepara; estoy harta de pasar la segunda hora de mis mañanas estresada por los conductores que se avientan para pasar primero sin importarles su propia vida, ya que decir la mía o la de miles y miles que se han de topar... ni a mi mismo padre le importa mucho que digamos. Estoy harta de ver como nos tratamos unos a otros con la punta del pie y que a ésta le ponemos un clavo afilado y oxidado, para que duela más e infecte. No me gusta disfrutar la fantasía de cargar con un marro y dar de golpes al primero que me aviente el carro o uno bien puesto en las diminutas partes de cualquiera que se me quede viendo lascivamente. Y esto solo es una faceta de mi desencanto. Quizá hiciera un tratado si eso me ayudara a entenderlo y echarlo pa fuera.

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